Canción de las estepas
(fragmento)
Quisiera por la vida caminar
como por ancha estepa.
Mas ¿Por qué tanta prisa en recorrer
los rumbos de la tierra?
Podría detenerme en el camino,
sentarme en una piedra.
El mundo seguirá siendo el mundo,
y la misma la senda.
Pero el sol no se para ni un segundo,
y no paran mis piernas.
Todavía soy joven y procuro
seguirle en su carrera.
¿No es la vida el más bello de los dones?
¡Que la engañe quien quiera!
Yo prefiero vivirla honradamente,
con toda consecuencia.
Y cuando llegue la hora inevitable,
que a todos nos espera,
pasaré la mirada por el mundo,
captando la belleza
del sol agonizante en el ocaso,
con su roja diadema.
Llegará un nuevo día, ya sin mí;
seguirá una cadena
de millones de días y de noches,
en sucesión eterna,
y tú, estepa, mi estepa, bajo el sol
cantaras dulce y tierna,
inmensa como el mar, como la vida,
sin borde ni fronteras.
Cantando comencé yo mi camino,
y así llego a la meta;
la canción de mis labios entreabiertos
besará las estrellas,
y luego bajará del cielo azul
a vivir en la tierra,
a ser canción de cuna de las madres
en las noches serenas.
Nikolái Damdínov
Poeta de la Unión Soviética
1932
El pichuychanca
Chiquian, 20 de febrero 2023
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