domingo, 28 de abril de 2024

La corrupción: herramienta para rompernos en pedazos


 En la sociedad moderna, hablar de corrupción debe ser más o menos lo mismo que hablar del pecado en el medioevo. Es algo oficialmente condenable por todos, de lo que todos normalmente acusan a otros, y lo que al mismo tiempo, de alguna u otra manera está presente en casi todo, porque es parte de la cultura cotidiana de muchos sin importar los sistemas políticos ni las clases sociales, dejando realmente a muy pocos con el derecho de tirar la primera piedra. 

En su versión más superficial y caricaturesca, la corrupción se imagina como el reparto de sobornos entre los políticos y los empresarios. Como cualquier poder político o económico automáticamente conlleva a un montón de oportunidades, contactos y privilegios, en el mundo actual educado con valores individualistas de "los emprendedores" que viven y se desviven en la "búsqueda de oportunidades de negocio" es muy lógico que la corrupción sea el motor de ese tipo de "desarrollo". En realidad, la corrupción no es una categoría económica ni jurídica ni biológica, sino de una ética ausente.

Chile durante muchos años fue considerado uno de los países menos corruptos de América Latina. Por lo menos así lo indicaban los institutos internacionales encargados de medir los niveles de probidad de las naciones. Algunos insisten que eso fue posible "gracias a la dictadura de Pinochet, quien puso orden". La Constitución chilena de 1980, impuesta al país a sangre y fuego, hizo innecesaria tanta corrupción en el país, pues la ley legalizó y reguló el saqueo de sus recursos, legitimando la brutal desigualdad social y de derechos.

Según la mirada formal, las leyes se cumplen y todo el mundo paga los impuestos y las cotizaciones de fondos privados de pensiones. El pueblo tiene pocos derechos sociales, pero cumple sus deberes económicos con el Estado en poder de la oligarquía local y de las corporaciones internacionales. Es un caso perfecto de corrupción invisible, legalizada.

Los grandes delincuentes no violan la ley que los defiende, por el contrario, ellos mismos son los que cuidan esta apreciada legalidad. Mientras que los pobres, los que roban van presos. Muchas veces pensé en lo inmoral que es cumplir ciertas leyes y en lo ético que sería no cumplirlas. Seguramente, tenía un pensamiento corrupto, según el sistema.

El vecino Uruguay, hace unos pocos años tuvo de presidente a José Mujica. Una persona culta, amable, con un heroico pasado de guerrillero urbano y seguramente con varios méritos más. Pero el mundo entero lo conoce y lo reconoce por otra cosa, por algo que es como para no creerlo: siguió viviendo humildemente, no hizo favores a sus amigos ni familiares, se quedó con su carro viejo y sueldo de la clase media.

A nadie le importó que como presidente fuera bastante mediocre, porque no tuvo ni el valor ni la capacidad de defender los ideales de su lejana juventud… no era un mal presidente, pero su gobierno tampoco fue la gran cosa. Se destacó y sorprendió al mundo por otra cosa: ¡no fue corrupto!. Me parece simplemente escandaloso que lo natural, lo correcto o lo ético sea destacado como algo excepcional.

Los 'shows' mediáticos sobre la lucha contra la corrupción son los más fáciles de armar y los más aplaudidos por el público.

No existe otro político ruso que haya hablado y firmado tantos documentos contra la corrupción como el expresidente Boris Yeltsin. Pero su época se recuerda como la más corrupta y que generó el peor desastre social en la historia de Rusia. Yury Boldyrev, ex alto cargo de la Administración Yeltsin, hablando sobre la corrupción de los años 90 recuerda lo siguiente: "El asalto al Parlamento con los tanques fue la culminación visible de los acontecimientos. Pero detrás estaba la traición, un golpe de Estado organizado por Yeltsin y su equipo en interés de la oligarquía emergente y de nuestros enemigos estratégicos".

Occidente apoyó inmediatamente a los usurpadores, pero no por nada, sino a cambio de una traición. Permítanme recordarles el decreto más importante de Yeltsin, 'Cuestiones relativas a los acuerdos de reparto de la producción en el uso del subsuelo', del 24 de diciembre de 1993. Fue el primer intento de entregar a Occidente todos nuestros recursos del subsuelo a granel, utilizando el mismo esquema que Estados Unidos impuso entonces al Irak ocupado. Así que Yeltsin nos dio la misma libertad que EE.UU. a Irak", dijo Boldyrev.

Pocas semanas después del triunfo del golpe de Maidán en Ucrania, uno de sus representantes más pintorescos, el entonces primer ministro Arseni Yatsenyuk promovió los vuelos al extranjero de los funcionarios de su gobierno en clase económica. También la prensa se deleitó con las imágenes de las nuevas autoridades "usando el transporte público como cualquier ciudadano".

Yatsenyuk es recordado en Ucrania por el apodo de 'Bala en la frente' por su incendiario discurso en pleno apogeo de la revuelta del Maidán que dio el 22 de enero de 2014, llamando a los manifestantes a atacar a las fuerzas del orden: "No viviré con vergüenza. Si tengo que pegarme un tiro entonces tendré una bala en la frente. Pero con honestidad, justicia y valentía. Hoy defendemos Maidán. Digo públicamente, a todo el país, que haré todo hasta el último momento, para que cada persona en este país salve su vida. Para que nuestro país se conserve como un Estado unido. Para que nuestros hijos no lloren por sus padres. Para que nuestros padres no lloren por sus hijos, etc.". El resultado actual de su llamado no quiero ni comentar.

Ya en 2016 se supo que Yatsenyuk había comprado 24 villas en Florida, en Estados Unidos, y luego se hizo famoso por "invertir miles de millones en la construcción del 'Muro de Yatsenyuk'", que no era más que una zanja con malla metálica para "protegerse del Ejército ruso". Su plan sigue manteniendo ocupados a funcionarios corruptos de todo pelaje, que cada mes intentan lanzar otra idea al Consejo de Ministros para construir un muro a costa del presupuesto o de patrocinadores occidentales. Se sabe también que antes de llegar a ser 'Bala en la frente', Arseni Yatsenyuk tenía otro apodo. Cuando él trabajó en el Banco Aval (2003-2004), le decían 'Sénia-10%' ('Sénia' es el diminutivo de su nombre Arseni), en referencia a la comisión que allí cobraba por sus servicios. Ahora solo se conoce que su carrera política en Ucrania está terminada y que 'Bala en la frente' vive con su familia en Israel. 

Podríamos escribir varios tomos de historias como esta, que siempre serían diferentes versiones de una misma historia. Existen ideas huecas queriendo justificarla, como que la "corrupción es invencible, porque es parte de la naturaleza humana", etc. Pero quienes atribuyen este fenómeno a la naturaleza, manipulan con este término el hecho de que los mecanismos más evidentes del modelo social dominante son el resultado de una construcción humana (un fenómeno no natural) y, por lo tanto, puede ser reconstruido y corregido de acuerdo a la intención humana.

Más allá de todo su disfraz cultural, religioso o "de progreso", sabemos que el valor real establecido es el dinero. Todo lo demás gira en torno a este gran poder y se rige por presupuestos, créditos, donaciones, incentivos, rentabilidades y sueldos. Se ha construido una especie de consenso mundial de que mientras más dinero haya siempre habrá más desarrollo y más oportunidades, como sinónimo de bienestar seguro.

Los pobres, que son la mayoría de los habitantes del planeta, son tan creyentes de esta religión como los ricos, ya que dentro de esta realidad el acceso al dinero para cientos de millones de seres humanos es un asunto de vida o muerte. Es una cruda realidad sostenida a diario por la falsa propaganda publicitaria del sistema capitalista que en nuestra imaginación iguala el consumo con la felicidad, siempre confundiendo la necesidad con el deseo.

En cualquier empresa de ventas es muy normal ofrecer un sueldo fijo mínimo, otorgar un sistema de incentivos por 'metas' logradas o superadas. Un vendedor honesto y responsable nunca podrá competir con sus colegas, maestros de la 'letra chica', creadores de falsas necesidades y prometedores de soluciones que no existen. Los mejores vendedores, que aportan más dinero, serán premiados legalmente por el resultado, porque es lo único que importa. El éxito es avanzar en la carrera y acumular dinero, cualquier otro desvío o distracción es fracasar, terminar desechado o marginarse de esa competencia de todos contra todos.

El dinero no es solo los bienes materiales ni el acceso a los servicios, es también el prestigio, los contactos útiles y/o acceso a los abogados que poseen el poder mágico de convertir lo incorrecto en lo legal. Este mundo sin ética es acompañado de un gran trabajo cultural que legitima los nuevos modelos de la conducta social.

Detrás del telón de la protección de las libertades individuales se fabrican los deseos cada vez más básicos, groseros y bajos. En el cine y en la música popular —las artes más masivas— se promueve la narcocultura, maquillando y romantizando la descomposición social en marcha, reivindicando el derecho universal a la corrupción.

Muchos de los que llegan a tener algún grado de poder provienen del mundo de la escasez y la pobreza. Su primer encuentro con la corrupción se basa en una lógica muy simple: "Esta es la oportunidad, debo pensar en mi familia, al fin y al cabo, si no lo hago yo lo hará otro". Con este tipo de frases se pavimenta el camino en el que poco a poco se relativiza todo. Y es así como aparecen los casos de funcionarios al servicio de los Estados, que pierden cualquier pudor o vergüenza, que se convierten primero en parásitos y luego en mafiosos.

En estos días en Rusia, con la reciente detención del viceministro de Defensa, Timur Ivanov, acusado de corrupción, estas discusiones resurgen con nueva fuerza. Obviamente, en tiempos de guerra cualquier nuevo antecedente es un agravante y la enorme mayoría de la sociedad rusa exige mano dura de su Justicia. Pero más allá de lo obvio, siempre vuelve la pregunta de fondo, la que parece ser universal, ¿qué se debe hacer para que entendamos que la corrupción de arriba es posible también porque nosotros los ciudadanos comunes justificamos y normalizamos las transacciones cotidianas con nuestra conciencia, midiendo con una regla milimétrica las acciones de los demás y a las nuestras con una regla gigante para poder señalar a 'los otros' de corruptos desde una dudosa superioridad moral?

No es un tema económico o judicial, sino ético. No siempre estamos en condiciones de luchar contra los corruptos poderosos, pero siempre somos libres para distanciarnos de relaciones con personas descompuestas. La honestidad debe dejar de ser un mérito, convirtiéndose en una norma para construir un mundo de relaciones, donde recibir o dar un soborno en forma de un 'regalito' insignificante sea un hecho igual de vergonzoso.

Oleg Yasinsky

Chiquian, 28 de abril 2024










viernes, 26 de abril de 2024

A Lenin



Tejados que perduran, ante el nevado.

A Lenin.


De antiguo es así:

 Cuando el hombre se marcha de este mundo,
 dos fechas en su tumba el cincel muerde:
 la primera, el día en que nació;
 la segunda, el día de su muerte.

De antiguo es así.

 Pero a ti, fermento de vida,
 la suerte te donó una sola fecha:
 la muerte no se atreve a ser gravada
 junto al día de abril en que nacieras.

 Jutá Beruluva.

 Poeta de la Unión Soviética.

 El Pichuychanca.

 Chiquian, 22 de abril 2022


viernes, 19 de abril de 2024

Hermanarme

Hermoso panorama de Chiquian.

Hermanarme



Con el corazón desierto,
con indiferencia inaudita,
luego de haber culminando
los estudios de secundaria,
sin apreciar lo inconfundible
que era la villa dorada, lejano
y sin darme cuenta, desfilaron
veloces treinta años de mi vida. 
 
Para volver a hermanarme
con las sosegadas calles,
con los solariegos caminos,
con los verdes campos
hollados
en mi infancia,
en la adolescencia después.
Reencontrarme
con los entrañables amigos,
con lo más íntimo y sagrado
de la añorada dorada villa,
resignado, he esperado
con la llama latiendo en mi pecho
treinta y un años de mi vida.
 
Revivido y dichoso, ando
por decorosas plazuelas,
por mesuradas calzadas,
por encantadas periferias
de la patria chica amada.
Y al contemplar emocionado
el hechizo del panorama atípico
con las ventanas de mi alma otoñal,
humedecido por el frio rocio,
es como si lo viera... ¡por vez primera!

El Pichuychanca.
Chiquian, Caminando por las calles, la plaza sus periferias y caminos, octubre 2021



viernes, 12 de abril de 2024

El Torreón de Torre Pata

 

Cuando en nuestro extenso periplo, a paso de tortuga, por el inclinado y húmedo camino, contemplando, arrobados, el hermoso marco del amanecer abordado y matizado de cálidas nubes que se  apagaria tan pronto como apareció, llegábamos a las periferias de nuestra meta con el objetivo de explorar  el inhóspito declive del cerro de Torre Pata. 

A una corta distancia, aún sin verlo, oímos amenazantes ladridos de un perro. Al avanzar unos cuantos pasos más y advirtiendo nuestra presencia, el canino ladró con más ímpetu. Ya, frente de nosotos, a fin de calmar su agresividad  y a la vez conquistar su confianza, Juan, desprendió la mochila que pendia de sus anchos hombros,  de esta prenda. extrajo una parte del fiambre que traía, entonces le invitó arrojándole por pedazos el pan untado con el queso fresco.

Al mostrarle nuestra amistad y llamar su atención con cariño, el simpático chucho, moviendo la cola peluda, se acercó a mi lado con familiaridad, oportunidad para acariciarlo y percibir que le  producia una sensacion de calma y placidez.

Momentos después, en plena ladera, nos refugiamos debajo de las frondosas y suculentas hojas de la planta silvestre, conocido como la achupalla. Debajo de esta planta medicinal nos pusimos a  honrar los benévolos atributos de la Pachamama ---la diosa de la tierra, la que concibe la vida, la madre protectora que protege, nutre y sustenta a los seres humanos y a toda entidad viviente---  con la sagrada hoja verde, la coca, el cigarro sin filtro y una copa de pisco, a manera de  cómo le ofrecían los hombres, originarios y sabios, de estos historicos y misteriosos lares.

Mientras tanto, así, como desde la casa, cuando abrimos poco a poco la cortina del cuarto con el propósito de ver el alba y el jardin florido, de manera similar, la niebla blanquecina se dispersaba con lentitud a fin de que nos permitiera contemplar con asombro, desde más o menos 4000 msnm, el hermoso terruño enclavado, ¡ahí!, en la profundidad de entre los cerros y nevados insondables.

En la lejania, logramos observar, detras de una casa, solitaria y rural, rodeado de corrales, una edificación en la forma de una torre hecho a base de piedras labradas. Acordando ir, luego de haber conocido el mudo y misterioso cerro.  

Cuando nos disponiamos a explorar las cumbres, desde lo alto, vimos salir de la vivienda a una mujer de una indeterminada edad, abrigada de un pañalon color negro y  sobre su cabeza tenia puesto el sombrero típico de la zona.  Parecía venir directo a nuestro encuentro, sin embargo, tomó una de las tantas  bífurcaciones del camino principal y se marchó  por la ceja del cerro, debajo de nosotros, desapareciendo de nuestra vista.  Luego de la  gratitud y ofrenda a la Madre-tierra, escalamos la tortuosa falda con paso pausado llegando a la cima del cerro. Nuestra sorpresa fue toparnos con una profunda quebrada. Las nubes cubrían a la Cordillera de Huayhuash. De pronto, en la profundidad del barranco, avistamos de nuevo a la mujer, dirigiéndose a paso ligero, por un camino angosto, quien sabe adonde.

Torre Pata además de ser un cerro mítico, guarda interesantes vestigios arqueológicos. Los maestros,  especializados en el curso de historia, deberian de venir, obligados, a este lugar junto con sus alumnos con el objetivo de conocer y estudiar su propia realidad, su identidad. Este hermoso lugar es un balcón sin par desde donde se puede apreciar con admiración y en casi su totalidad a la sensacional Cordillera de Huayhuash. Todo el atractivo e impresionante valle de Aynin. Los sobresalientes nevados de Tucu y de la Pampa de Lampas. Distinguir la cima circular de Capilla Punta con los dos recintos sagrados, del sol y el de la luna. Y por último, contemplar suavemente y sin prisa lo bello que es la patria chica. Visitar esta apartada y sugestiva demarcación es una maravilla. 

Descendiendo del pico del hasta ahora indescifrable cerro, nuestra inquietud, como el de un niño retozón deseando conocer, a cómo de lugar, lo desconocido, con paso circunspecto y sin perder el tiempo, tomando fotos, nos íbamos acercando al Torreón. Llegamos a la casa, de donde le vimos salir, hace unos instantes, a la señora. Dante, llamó a todo pulmón si había alguien más:

---¡Señora-a-a! ---Al no obtener respuesta, volvio a llamar con voz aún más potente:

---¡Amigo-o-o! ¡amigo-o-o!  ---Alrededor nuestro y de la vivienda, oímos tan solo al eco respondón, luego un absoluto silencio.

Por un instante perdimos la esperanza de conocer de cerca el remoto Torreón que estaba al otro extremo de la impenetrable vivienda de este lejano y despoblado paraje. Dante, desanimado, habló:

---¡Vámonos! Los dueños no están. 


Meditando por un instante y viendo con detenimiento los declives del cerro, descubrimos antiguos muros de piedra que nos llamó la atención, y a los tres, nos animó a continuar con nuestro viaje de errantes turistas por los rededores de los corrales inaccesibles y de la silenciosa casa. Trepando las ásperas faldas del cerro, de entre sus cumbres, de pronto,  se presentó el condor ---en la mitología incaica esta ave representa el mundo visible de arriba, el Hanan Pacha--- con su majestuoso vuelo. Dando vueltas y vueltas sobre nosotros se iba alejando poco a poco hasta perderse de nuestra  antenta mirada. 

Andando por estos lugares incógnitos, de repente, ante nuestros ojos ávidos de curiosidad se erguia, a través del inexorable tiempo, el hermoso Torreón de piedra. Aún estando algo alejados, a cada paso, nos deteniamos para observarlo con detenimiento y asombro. Al no hallar el sendero correcto que nos conduciría a conocerlo más de cerca, nuestra frustración fue mayor cuando nos dimos cuenta que nos habíamos distanciado del legado histórico de nuestros antepasados y al que siempre deberíamos rendirle nuestro homenaje,  preservando sus obras que perduran hasta hoy en dia gracias a su envidiable sabiduría en la especialidad de ingeniería y la arquitectura. 

Desanimados, en medio de un sepulcral silencio, ya nos hallábamos, en el otro extremo de la ceja del cerro por donde habiamos llegado. A pesar de ello, desde este lugar, para desahogar nuestra pena, encandilados, disfrutábamos del bello panorama del terruño, olvidando por un instante nuestra meta, el sueño de conocer el torreón. Este encanto que posee nuestro distrito, quizas sea el único que se mantiene de pié, intacto y resistiendo a los embates del feroz tiempo. Sin embargo, por la indolencia, el escaso  interés de las autoridades así como también de parte de la poblacion en general por preservar estos vestigios arqueológicos, está expuesto a su destrucción total por la naturaleza y las mismas personas, a su pronta desaparición.

Descendiendo por las abruptas faldas del cerro, Dante, que iba adelante, con prisa, habitual en él, encontró el camino principal. Deteniendo sus pasos en seco, y con suma atención, observa a su alrededor para decidir, entre los tres, nuestro infeliz retorno.

Por ventura, instantes despues, un muchacho se acercaba a paso ligero, llevando un par de porongos vacíos de leche. Para nuestra sorpresa,  era el joven que hace unas horas atras, a la 6 de la mañana,  nos había alcanzado en nuesto pausado paseo por el tortuoso e inclinado camino, también, venía de Chiquian. Nos saludó con un buenos días y pasó raudo llevando sobre sus lozanos hombros las planchas de calamina. Calamina para proteger la casa de la aún persistente lluvia.

Yo, mientras captaba, desde las laderas del cerro, algunas imágenes del hermoso paisaje del terruño y más allá, Juan, sentado, meditando quien sabe que,  y ubicados a una distancia poco más o menos a unos 70, 80  metros de Dante que platicaba con suma amistad con el  muchacho como si se conocieran de antes, de pronto oigo su voz estentorea:

---¡Bajen, rápido, nos va a llevar al torreón! ---al escuchar la buena noticia, de inmediato, guardé el celular, Juan dejo de meditar y nos encaminamos, casi corriendo, tras de ellos por el angosto y húmedo camino, al pie de las faldas del cerro, colmado de aromas de bosta y huellas de pezuñas de vaca.

Llegamos por fin a la entrada principal ubicado entre una pendiente abrupta, por el lado izquietdo, y una columna de piedras, al lado derecho. Al fondo, sobre la extendida planicie, se hallaba la casa campestre rodeado de varios corrales divididos por pircas bien conservadas.  Al caminar más adelante, sobre la grama cubierto de rocio y percibiendo la fragancia de las plantas silvestres, al girar la mirada por la diestra, al extremo de una circular y madiana explanada, al cabo de ciertas horas de caminata de chiquian a este desconocido pero importante lugar, por fin,  nos topamos con la obra de nuestra civilización pre inca, inca, casi  incólume, el torreón. Nuestra alegria fue mayor al estar junto a esta estupenda construcción, hecho por nuestros loables  antepasados.

Luego de haber fisgoneado, con minuciosisad, todo el interior y exterior del torreón, meditaba con pena e impotencia por la ausencia del interés de salvaguardar esta reliquia histórica, hoy, copado de yerba agreste. 

Al retornar, caminaba con pasos pausados. Me despedí del joven  en el momento que estaba, en uno de los corrales, apartando el becerro de la vaca, y aproveché para preguntarle con voz de agradecimiento:
---¿Cómo te llamas?

---Yonel, me llamo Yonel

---Muchas gracias Yonel, por tu amable hospitalidad, ahh, tienes trabajo en el torreón, si puedes, date un tiempo para limpiarlo de las malas yerbas. ---le dije en broma.

---Si, si, eso estaba pensando, lo voy a limpiar. 

---Urgente nececita una limpieza total. ---le respondí y de nuevo me despedí.

Ya cerca de la salida y detrás de mí, escuché su voz aguda, empujado por el suave viento.

---¡Amigo-o-o!  ---al tornar la mirada ya estaba de frente a mí, ofreciendome su producto:

---¿No desea un molde de queso?  ---Sorprendido de tanta amabilidad, no supe que decir.

---Mmm, no te molestes, venimos de paseo... ---sin dejarme de terminar de hablar, dijo:

---No, no se preocupe, ahora mismo voy.  ---Mientras el bondadoso muchacho iba por el alimento ofrecido, yo, llamaba con voz palpitante a Dante y a Juan que se habian adelantado. Juan se presento, Dante se quedó esperándonos. 

Del fondo de la casa, el muchacho volvia a toda prisa trayendo entre sus manos el molde de queso. 

---¿Por favor ---le dije ---puedes partirlo en tres partes? ---fue por el cuchillo, momentos después lo partió. Y en recompensa a su generosidad, como en los tiempos del trueque, le ofrecimos nuestro fiambre. 
 
El Pichuychanca.
Chiquian, Torre Pata, 3 de febrero 2022

Aqui algunas fotos más de nuestro periplo por el inhospitalario cerro de Torre Pata. No obstante, guarda muchas reliquias de nuestros antepasados.


Encuentro con el noble chucho, guardian del cerro de Torre Pata. Foto cortesía de Dante Aldave.


Dante, Contemplando el panorama del terruño


Desde el fascinante cerro de Torre Pata se puede observar el perfil del cerro circular de Capilla Punta y en su cumbre los dos recintos sagrados, del sol y el de la luna.

Chiquian, incrustado entre cerros y nevados enigmáticos, y el hermoso valle de Aynin.

Contemplando el hermoso paisaje del Terruño. Foto cortesía de Dante Aldave.




Nuestra primera vista del Torreón, aproximadamente a 300 metros de distancia.







Por fin, junto al hermoso Torreón que indemne se yergue a través del inexorable tiempo.








Vista panorámica desde la entrada al Torreón

Despidiendonos del Torreón, retorno al terruño.

El Pichuychanca.

Chiquian, Torre Pata, 3 de febrero 2022

Aquí mas fotos de nuestra segunda visita, en el mes de noviembre 2022, al Torreón de Torre Pata.

Cordillera de Huayhuash, visto desde la cumbre de Torre Pata

El terruño, enclavado entre nevados, cerros y el Valle de Aynin. Visto desde la cumbre de Torre Pata


Caminando, caminando y contemplando los sobrecogedores paisajes del terruño. 


Ya descendiendo de una de las cumbres, mi espíritu se regodea de emocion al contemplar el 2do nevado más alto del Perú

El Torreón. Visto desde las faldas muy inclinadas del cerro de Torre Pata.







en nuestro regreso, esta vez con direccion a Capilla Punta, en el camino nos topamos con este antiguo muro abandonado

Chiquian, foto captada antes de llegar mas arriba de la Cascada de Putu. 





Hombre místico, haber si lo notan.

Hombre de pié, en la entrada de una caverna, parece estar meditando al costado de la cascada y observado por atenta mirada de su discípulo.

El Pichuychanca
Chiquian, Torre Pata, 22 de noviembre 2022