Chiquian |
Derribó por la
tarde el guardabosque
Derribó por la tarde el guardabosque
un roble corpulento, gigantesco,
y luego en la ladera, con el hacha,
sus ramas cercenó muy presto.
Seguro que al llegar la primavera,
cuando el monte se despierte de su sueño,
de
menos echará algún caminante
el árbol que crecía al ras del suelo.
Al oquedal su muerte no le aflige:
¿qué importa un árbol más o un
árbol menos?
Pero a mí me entristece y me
sorprende
ver al rey de los bosques en el
suelo,
privado de su copa exuberante,
convertido en un triste madero.
Medea Kajidze
Poetisa de la Unión Soviética
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