Aurora en el Valle de Aynin |
Riachuelo
En mi caminar recoletorayando el día hechicero, ando por cóncavo lindero, ando por bucólico caminodel predilecto terruño campero.
De súbito, confluyo
con el sordo run run
del jubiloso riachuelollevando agua clara.
¡Oh! Riachuelo, no intuyode donde vienes, tampoco adónde viajas.
¿Arribas de cerros enaltecidos, donde germinan los humedales? o ¿de generosas montañas albinas?
con el sordo run run
del jubiloso riachuelo
¡Oh! Riachuelo, no intuyo
¿Arribas de cerros enaltecidos,
¡Oh! riachuelo saleroso,
sin darte por enterado
de mi repentina presencia,
alegre corres, piedra sobre piedra.
Entre inaccesibles orillas, apurado,
llevas agua aún no contaminada.
Atravesando extensos valles,
atravesando extensos campos,
atravesando perpetuos barrancos.
dotarás
de cálida primavera
de inefable ventura al pueblo
de gente altruista y laboriosa.
¡Oh! Magnánimo riachuelo
rodeado de frondoso arbusto,
el negro corcel, de gallardo paso,
el señorial toro, de asta torneada,
los demás mamíferos de cuatro patas,
sedientos, se aproximan a la orilla
A fin de abrevar tu milagrosa agua cristalina.
¡0h! munífico riachuelo,
al borde de tu dulce cauce
el cautivador ruiseñor,
el cantor pichuychanca,
surcando sobre extensa arboleda,
agotados, de ignoto lugar llegan.
al borde de tu dulce cauce
el cautivador ruiseñor,
el cantor pichuychanca,
surcando sobre extensa arboleda,
agotados, de ignoto lugar llegan.
Prestos, por breve tiempo,
trinan con majestuosidad
que hasta el eco,
escondido en la quebrada,
sonoro responde.
Se posan en lacónicos hoyuelos,
avistan inquietos, ora aquí ora allá,
ávidos, hunden su rugoso pico
en tu clara agua calmada,
aplacando su sed apremiante.
trinan con majestuosidad
que hasta el eco,
escondido en la quebrada,
sonoro responde.
Se posan en lacónicos hoyuelos,
avistan inquietos, ora aquí ora allá,
ávidos, hunden su rugoso pico
en tu clara agua calmada,
aplacando su sed apremiante.
¡Oh! Generoso riachuelo,
los escasos agricultores
de tez requemada,
de manos surcadas
luego de haber regado
con esperanza y dedicación,
los fecundos campos sembrados
de papa, maíz y trigo, con tu próvida
agua, de pronto, aspirando a tierra húmeda,
serán cosechados con el corazón colmado de júbilo
los escasos agricultores
de tez requemada,
de manos surcadas
luego de haber regado
con esperanza y dedicación,
los fecundos campos sembrados
de papa, maíz y trigo, con tu próvida
agua, de pronto, aspirando a tierra húmeda,
serán cosechados con el corazón colmado de júbilo
El Pichuychanca
Chiquian, rumbo al valle de Aynin, mayo 2019
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