Asomándose la luna detrás de la Cordillera de Huayhuash. son las 6.40 PM
Mi taciturna travesía
El sol, a la vera del ocaso,
con su postrera luz amarilla
a la imposible y bifurcada
cima de la cordillera,
de solemne manto blanco,
lo decora con ardientes colores.
La negra noche arribando,
el hurón lucero dichoso mana.
Al apacible pueblo, engarzado
entre ondeados cerros,
entre agitadas cascadas,
gozoso,
le guiña con los cinco ojos.
.
En raudo vuelo,
bandada de aves
surcando el garzo cielo
tornan al nido abrigado,
ubicado en el alto eucalipto,
junto al riachuelo
La llamativa oscura noche
resplandece por un mar
de luminosas perlas doradas,
de cuando en cuando
se esconden, timidas,
detrás de los algodones albos.
El lunar blanco del cielo,
luz espiritual de la noche,
alumbra con recato
la cresta señorial del Yerupaja.
Alumbra con mesura,
mi taciturna travesía
por las inmortalizadas calles
del afectuoso pueblo. Chiquian.
El Pichuychanca
Chiquian, Plaza Mayor, marzo 2019
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