sábado, 1 de septiembre de 2018

Morada abandonada

Crepusculo, Cordillera de Huayhuash. Chiquian

Morada abandonada


A la evocada morada materna llega,
 de donde se mudó por un futuro ignoto.
  Frente al zaguan, en la acera, está patitieso, 
   al abrirlo con lentitud, crepita lacerante.

En el desvalido patio ya se halla.
De recodo a recodo gime el viento.
El vergel de ayer, la rosaleda copiosa
holgada de singular policromía,
desabrigada y desolada está.

Con el balcón inerme,
con la ventana lacrada
con la puerta lastimada
se topa. De recóndita
mudez sepulcral rodeado,
hondo suspira y recuerda
su atizada infancia y de la adolescencia.


De la habitación, percibe aromas
de pretéritos enseres. Contempla
de los padres fenecidos el retrato,
de los luceros saltan perlas ardientes
Colmado y conmovido, de lejanos
recuerdos, presuroso se retira.

Por la ceñida calle va, de repente,
encuentra al camarada de infancia,
también de visita. La familia, la casa
de los padres vendió. le suplica:
¿Tienes una habitación para alojarme?
Su historia, su pasado, se extinguió. 
      No tiene más por quien llorar ni casa donde cobijarse.

       El Pichuychanca.
        Chiquian. 20 de Marzo 2018.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario