martes, 24 de abril de 2018

Sepultaron nuestra historia.

Oleo Jupah. Autor Regulo Ñato Gamarra. Foto cortesía Regulo Ñato Gamarra  


Mi historia, vuestras historias ha sido borrada, de la noche a la mañana. Enterraron una de las más bellas y tradicionales calles de la irresistible tierra natal. Nuestro Chiquian añorado.
Emblema, tal parece que las autoridades actuales no saben lo que significa esta palabra. Esta calle era el símbolo, en donde concurrían abnegadas señoras para lavar grandes cantidades de ropa. Mocitos y mocitas acudían en el mes de febrero de cada año, para celebrar alegres y divertidas tardes de fiesta de los carnavales jugando con sus aguas frías y cristalinas. Este era aquel canal construido hermosamente en base de piedras lisas y planas. El recorrido de sus aguas por la declive calle Figueredo, conocido como Jupash, procedían de los manantiales de Parientana y los humedales de Jupash.
Sepultaron Jupash, sepultaron nuestra historia.  
Se impuso burdamente el poder y el negocio del cemento
La municipalidad carece de una oficina que se ocupe del ornato y la arquitectura del pueblo.
En todo caso hubieran construido una réplica con la facilidades de estudios de diseño y materiales que hoy existen, conforme el bello cuadro, arriba expuesto, como símbolo y atractivo turístico, que, ahora más que nunca, lo necesita nuestra tierra. 
Jupash Actualmente 

El Pichuychanca. .      

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