domingo, 29 de abril de 2018

Cordillera de Huahuash, mes de marzo, neblinas prietas y apretadas

Es uno de los días del mes de marzo en mi villa dorada. Amanece; y de los valles y de los humedales y de los manantiales y de las quebradas manan las brumas prietas y apretadas. Mas adelante, por un instante se quedan inmóviles y  dormidas y quietas entre los barrancos y los altozanos.

De súbito se despiertan y empiezan ha abrazar, con ímpetu, a las hermosas cumbres de la Cordillera de Huayhuash. Luego, las nieblas celosas lo arropan por completo de aquellos que lo contemplan con ojos de  descomunal admiración, o de manera desconfiada, esconderlo, aún más, de aquellos que lo depredan.

Pasa el tiempo, el viento frio, soplando con suavidad, y acompañado de los luengos cabelos rubios del sol, corren a las brumas pardas como cortinas para regalarnos esta belleza.    

Aquí algunas fotos.
















    El Pichuychanca

    Chiquian, abril 2018

Chiquian, mes de marzo

En Chiquian, mi querencia, mengua la silenciosa noche del mes marzo, cubierto por un manto de suave algodón negro.

Y sobre las disimiles cimas de la cordillera blanca afloraba ya el fulgor de la alborada y las avecillas con sus trinos melódicos inauguraban el nuevo dia desde los mantos verdes de los prados y la cornisa de las casas pastoriles. 


Y estas son las fotos.   





















    El Pichuychanca.

    Chiquian, abril 2018

sábado, 28 de abril de 2018

Postrero lucero

Crepúsculo matutino en Chiquian


Postrero lucero


En la penumbra de la alborada 
se despierta el apacible verde prado,  
En el umbral de la rosada madrugada,
titila con apatía el postrero lucero
   
Soñoliento está el caritativo pueblo. 
De los arboles la copa copiosa crepita, 
de los jardines la olorosa rosa susurra 
En el campo se agita el ondulado riachuelo.
  
El sol, desde el lejano horizonte,
con su brío lumínico, 
con su luengo cabello ambarino 
barre la lánguida alborada.
  
Labriegos de espíritu generoso, 
con el rostro adusto al campo van.
Con azadas en el descarnado hombro, 
por cóncavos senderos, cantando van.
Una bandada de pichuychancas 
junto a los labriegos con trino sonoro van  
    
Por el angostillo empedrado y apretado,
apoyado del báculo, un anciano retraído,
camina con paso circunspecto y cansado,
dolorido eleva su cerviz hacia el confín,  
¡será tal vez, el postrero lucero que vea! 

El  Pichuychanca 
Chiquian - Parientana  25 de febrero 2018





martes, 24 de abril de 2018

Sepultaron nuestra historia.

Oleo Jupah. Autor Regulo Ñato Gamarra. Foto cortesía Regulo Ñato Gamarra  


Mi historia, vuestras historias ha sido borrada, de la noche a la mañana. Enterraron una de las más bellas y tradicionales calles de la irresistible tierra natal. Nuestro Chiquian añorado.
Emblema, tal parece que las autoridades actuales no saben lo que significa esta palabra. Esta calle era el símbolo, en donde concurrían abnegadas señoras para lavar grandes cantidades de ropa. Mocitos y mocitas acudían en el mes de febrero de cada año, para celebrar alegres y divertidas tardes de fiesta de los carnavales jugando con sus aguas frías y cristalinas. Este era aquel canal construido hermosamente en base de piedras lisas y planas. El recorrido de sus aguas por la declive calle Figueredo, conocido como Jupash, procedían de los manantiales de Parientana y los humedales de Jupash.
Sepultaron Jupash, sepultaron nuestra historia.  
Se impuso burdamente el poder y el negocio del cemento
La municipalidad carece de una oficina que se ocupe del ornato y la arquitectura del pueblo.
En todo caso hubieran construido una réplica con la facilidades de estudios de diseño y materiales que hoy existen, conforme el bello cuadro, arriba expuesto, como símbolo y atractivo turístico, que, ahora más que nunca, lo necesita nuestra tierra. 
Jupash Actualmente 

El Pichuychanca. .      

sábado, 7 de abril de 2018

Cascada de Usgor


Cascada de  Usgor


Por el acantilado sopla el tímido viento. 
La densa floresta bañada de roció matinal, se doblega 
La cascada, rumorosa y romancera,  
cual melena sinuosa de moza enaltecida,
en límpida aurora, mana dichosa de misteriosa colina.
    
Una itinerante niebla escarlata, 
de vez en vez, arropa a la nacarada luna llena. 
Más allá, la verde arboleda murmura.
En apacible atardecer,
el garzo cielo de cálidos colores se viste.   
 
Sobre trémulo y boscoso arbusto,
el precioso ruiseñor trina sonoro. 
Cautivados por el mágico canto,
furtivos enamorados,
por vez primera y el corazón en llamas, 
enlazan los castos y húmedos labios carmesí.
La hechicera cascada 
sella el amor primaveral con frenesí.

El  Pichuychanca.
Chiquian- Usgor 14 de febrero 2018



          

Cascada de Usgor