Puerta, camarada de la vida
Tú, puerta mi hermana
en la flor de la vida,
en el claro día, bullanguera,
en la negra noche, sosegada.
Más por el paso
del violento tiempo,
herida, desnuda, desvalida,
todavía permaneces de pié
cual noble y centenario roble.
Puerta querida,
ayer,
los padres,
los amigos,
los parientes,
los hermanos
tanto, tanto
de abrir y cerrar
tus generosos brazos
sin descanso ni lamento,
sólo el hacedor lo sabe
por cuantos años,
fiel siempre fuiste
a pesar del mal trato
que recibías
sin causa alguna
de parte tuya.
Puerta querida,
el tiempo cruel,
que no perdona
a nadie en este mundo,
a labrado tu rígida piel
a fondo.
Puerta, camarada de la vida,
estas callada, ahora,
estas taciturna, ahora...
Con el corazón de piedra,
sin ningún sentimiento,
sin piedad,
te abandonamos
cual cadáver insepulto.
El Pichuychanca.
Chiquian, 26 de abril 2022
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