Resplandeciendo como un cegador diamante
Con la llama de mi pecho ardiendo de gozo,
el sol en su ocaso hundiéndose en el horizonte,
contemplo ensimismado con sentimiento amoroso
al nevado más lindo y sagrado del mundo
Sólo le suplico a la divina Pachamama
que tú, oh Yerupaja, sigas eternamente,
en mi patria chica amada de inefable fama,
resplandeciendo como un cegador diamante.
El Pichuychanca
Chiquian, 29 de mayo, 2024
Gracias a la camara del celular, con fecha 23 de mayo, resultaron estas fotos bajo el torrido dia y la noche fresca de luna llena.
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