Después de varias semanas de intensas lluvias y de resonantes descargas eléctricas, cómo el rayo, el resplandor dorado y fugaz del relámpago que se logra observar de los lugares más insospechados -yo, lo pude ver a través de la ventanilla del comedor de mi casa- de inmediato, oir el fragoroso trueno que sacude al cielo arrebujado de pardas neblinas y al suelo Chiquiano, oliendo a tierra mojada, hizo estremecer mi cuerpo mortal. Sin embargo, me producía un espíritu fino y vibrante de contemplación. Luego de muchos, muchos lustros oía, veía asombrado estos fenómenos naturales.
El día de ayer, 13 de diciembre, amaneció despejado por completo, sin mácula de nubes. El tiempo infalible no espera, no perdona. A la una de la tarde, me animé a dar un ameno paseo por los extramuros de la tierra natal partiendo por el camino trayecto al mirador de Caranca. Mientras ando a paso pausado, observo, para mi regocijo espiritual, el nuevo reverdecer de los musgos y helechos creciendo como la espuma sobre las pircas y en los bordes del camino solariego. En ese interin, los enormes mantos de algodón prieto, arrastrados por el suave viento, poco a poco, cubre al cielo garzo. En seguida,con el espacio etéreo parcialmente nublado, marché cuesta abajo, captando imágenes de la tierra querida, por toda la carretera para ir por el sendero que conduce a Racran y Racran Cocha. Ya con el vasto cielo cubierto de nubes negras y desmelenadas, percibo el violento frío del apacible atardecer.
Hoy, 14 de diciembre, mientras las avecillas empiezan a cantar en sublime y alegre coro matinal, camino, en plena alborada, por los extramuros de la villa entrañable que duerme placidamente. Las calles se hallan en sepulcral silencio.
Y surgieron estas fotos gracias a la cámara del celular.
fotos de ayer 13 de diciembre.
Desde alguna parte del camino que conduce a Caranca.
Desde la última curva del camino que conduce a...
Desde el mirador de Caranca.
Vista panorámica de nuestra querencia Chiquian
Desde las faldas reverdecidas de Racran
Desde los mantos verdes de Racran Cocha.
Vista panorámica desde las inclinadas y rejuvenecidass faldas del emblematico cerro de Capilla Punta. Nuestra querencia, Chiquian.
Camino bordeado de hermosas pircas ancestrales.
Plantas silvestres comienzan a reverdecer y por tan solo contemplarlo, percibo, intuyo que rejuvenece el espiritu y alegra el corazon de los caminantes que van y vienen por este sendero acogedor, angosto y empedrado.
Fotos de hoy dia 14 de diciembre
14 de Diciembre. Hermoso amanecer.
Dormida calle pastoril, lo contemplo mientras escucho el alegre trino de las avecillas madrugadoras.
Desde Quihuyllan, contemplando la serena y hermosa Cordillera de Huayhuash.
Leer me trajo apacibles momentos y gratos recuerdos de mi niñez cuando en mi afán de hacer la tarea que asignaba mamá recoger leña por esos lugares, traer del puquial recorría los caminos contemplando a todo aquello que rodeaba el amanecer, atardecer, el trino de las aves, el viento suave que me sumergía en el profundo frío, tropezar, caer y levantarme de nuevo para seguir adelante. Gracias estimado por tan hermosa inspiración, comparto aquellas palabras vertidas desde luego el sentir hacia el terruño, la humildad el reconocimiento, el amor, la inspiración. Humildemente YNES CUENTAS PÉREZ. Des de algún lugar del PERÚ profundo.
Leer me trajo apacibles momentos y gratos recuerdos de mi niñez cuando en mi afán de hacer la tarea que asignaba mamá recoger leña por esos lugares, traer del puquial recorría los caminos contemplando a todo aquello que rodeaba el amanecer, atardecer, el trino de las aves, el viento suave que me sumergía en el profundo frío, tropezar, caer y levantarme de nuevo para seguir adelante. Gracias estimado por tan hermosa inspiración, comparto aquellas palabras vertidas desde luego el sentir hacia el terruño, la humildad el reconocimiento, el amor, la inspiración. Humildemente YNES CUENTAS PÉREZ. Des de algún lugar del PERÚ profundo.
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