viernes, 31 de julio de 2020

¿Culpar a otro? !No!

Culpar a otro de los acontecimientos políticos y sociables se ha hecho frecuente en nuestra colectividad. Un campesino echa la culpa a otro campesino, un obrero a otro, un trabajador, del sector público o privado, a otro. Siempre estamos echando la culpa a los demas sin un análisis sobre un contexto determinado y repitiendo de lo que la prensa ramplona dice, mentir y tergiversar pues eso es su trabajo al servicio del gran capital, pero calla y no repite de lo que piensa un gran sector de la poblacion esclarecida.  

En este contexto. Cuando cada 5 años se celebra las "libres y democráticas elecciones" y el candidato elegido que no hizo o no cumplió con los ofrecimientos prometidos a la población, unos y otros se echan la culpa, ¡no has sabido eligir!. Entonces el Estado, sus tentaculos y comunicadores sociales nos dice , ahora tienes que saber votar para las próximas elecciones y la mayoría lo toma como una gran verdad, lo cual no es cierto si analizamos a la luz de la realidad.

Veamos: Los políticos de cada Partido ¿son elegidos "democráticamente" en una asamblea para ocupar responsablemente un cargo en el Estado? ¡indudablemente que no! son nombrados a dedo y encabeza la lista el que aporta más, con dinero mal habido. Y lo fatal, es qué, los simpatizantes, actúan de manara fanática, defendiedo simplemente a personas individuales, sin saber ni haber leido el ideario del partido político que dice pertenecer. 
 
¿Quién inscribe a los partidos políticos ante el Estado? Ud, amigo lector, el que suscribe esta nota? ¡ pues ninguno de nosotros! El que lo inscribe ante el Estado, es a través del inmoral órgano del Jurado Nacional de Elecciones, JNE. Digo inmoral, porque sabe a quién inscribe y a quién no. Por ejemplo, ¿Acaso el JNE, no sabia de los antecedentes judiciales, penales y políticos de Alan Garcia sobre el caso del frontón y de corrupción de su primer gobierno? de igual manera ¿ de Fujimori, el capitan Carlos y PPK y de otros más? ¿Entonces porqué lo inscriben? . 

El JNE, no es tonto, el Jurado inscribe con aquel que se identifique con el Estado y el sistema. Repito , sabe muy bien a quién inscribe y quién no. El Jurado inscribe a quienes hayan reprimido a gremios sindicales, maestros, médicos, trabajadores de diversas actividades, que haya arrasado comunidades, presos políticos, que haya permitido la contaminación de nuestra flora y fauna. Pero no inscribe aquel político o partido político que se ponga de lado de los pobladores, del pueblo que reclama sus derechos y reivindicaciones, al contrario, les chantajean, calumnian y por último los judializan sin prueba alguna. 
 
Una vez inscrito los "partidos democráticos" el JNE, le dice al pueblo: ahora tienes que ir a votar, si no lo haces, te haces acreedor a una multa, no puedes movilizarte ni realizar ninguna transaccion bancaria, es decir, nos amenaza. 
 
El Estado sabe, de antemano, que por cualquier candidato que votemos, representados, muy atractivos, en la forma de animales , objetos, astros etc, estampados en la cédula de sufragio, vamos a perder... pero... ¡no es culpa nuestra!! 

La práctica lo demuestra, el Estado está en contra del pueblo, ya ganó al colocar sus candidatos y no el nuestro. 

La Historia nos da la razón 200 años de vida republicana, 200 años votando... ¿Cuando ha ganado el pueblo?. 

El Pichuychanca  

Desde un rincón de Lima 31 de Julio 2020

sábado, 25 de julio de 2020

Ay! ¡Hasta cuando…pérfida tribu!



Convento Santo Domingo. Lima

  

Ay! ¡Hasta cuando…pérfida tribu!


En éxodo forzado, como todo provinciano, 
por la concentración indebida de los recursos 
naturales, de los medios de producción en pocas 
manos. Por privación del sistema de educación, 
desconcentrada, científica e integral, como la mayoría 
de peruanos, estoy en la cosmopolita ciudad de Lima. 

Estoy detenido enfrente del edificio. Presurosos,  
el gentío transita a destinos ignorados, 
sin acertar mí meditada presencia. Apresurado, 
el conductor del automóvil, del ómnibus de pasajeros, 
donde me encuentro en el postrero asiento, veloz, 
circulan avenidas y calles, 
con el  fin de alcanzar la meta deseada. 

Los desarrapados, los vendedores ambulantes, 
los cantantes, los músicos callejeros 
de toda edad y de ambos sexos, resueltos,
trepan al autobús que se dirige a su destino final,
con el propósito de mendigar una caridad. 
Alzando la bullanguera voz, ofrecen sus productos, 
ignorando por completo que son transgénicos. 
Todo vale para vencer el sustento del día. 
En aquel asfixiante y bullicioso carro, 
apretujado de pasajeros, nadie atina 
mi meditada y pesarosa presencia. 

Por la congestionada avenida Abancay, 
al costado de la Biblioteca Nacional, 
el gentío anda con total indiferencia 
frente a los astrosos indigentes, 
tendidos sobre el gélido piso de cemento. 
Más allá, 
franquean delante de personas inválidas, 
sostenido en el par de vetustas muletas, 
de madres, con el hijo enfermo 
acunado en el regazo famélico, 
que extienden su trémula mano, 
solicitando piedad y una dádiva.
En aquella multitudinaria avenida 
el pelotón de gente febril, no atina 
mi meditada y pesarosa presencia. 

Ando por angostas calles. 
Numerosos individuos, 
turbados, con mirada frontal 
o fijada al piso, precipitados, 
pasan por mi lado, sin atinar 
mí abstraída presencia.
 
Embelesado, observo el escaso 
y preciado balcón colonial 
del Centro Histórico de Lima, 
sin embargo, no puedo olvidar 
de lo que escucho decir, 
de hace muchos años atrás,
al economista, empresario, 
analista y político de turno, 
que somos un país en vías de desarrollo, 
cuando percibo todo lo contrario, 
con el corazón lacerado 
y transido de dolor, 
aquí, allá, en esta ciudad cosmopolita,
apretujado 
de indigentes,
de vendedores ambulantes 
y desarrapados, siendo el Perú, 
un país rico en recursos naturales. 
¡Ay! ¡Hasta cuando!… ¡Pérfida tribu!

El Pichuychanca. 
Lima, Av. Abancay- Biblioteca Nacional. 28 de enero 2020 




  

lunes, 20 de julio de 2020

El Estado, ministros, Covid-19 y el bienestar social.


Beneficencia de Lima
El Estado puede ser visto de dos maneras, como macro estructura. Como estructura de un conjunto de funciones que impone a la sociedad, como por ejemplo, el monopolio a la dación de la Ley, el cobro de impuestos, en fin, una serie de funciones, de tareas, que el Estado tiene e impone a la vida social. Además de estas funciones el Estado tiene capacidades. El Estado tiene dos dimenciones, funciones y capacidades. La definición exacta de capacidades, en este contexto, son las habilidades y destrezas que tienen los funcionarios, los recursos que cuenta, los impuestos, la capacidad de cobrar los impuestos, propiedades que puede tener o tiene el Estado.
El diseño organizativo e institucional del funcionamiento efectivo de las organizaciones estatales como los poderes del ejecutivo, legislativo, judicial, las fuerzas armadas, policiales, carteras ministeriales, la burocracia, las instituciones públicas, regionales y municipales, todas estas organizaciones deberían de funcionar correctamente como una sólida estructura del Estado. 
Estas organizaciones, como estructura del Estado, desde inicios de la República, nacieron pésimamente desarticuladas, al margen de la mayoría de la población, para beneficiar a una minoria, la oligarquía. Eso es el drama del país. El estado tiene funciones pero no tiene capacidades y si los tiene, es para beneficiar al capital privado en desmedro de la Nación. Eso es la crisis de fondo, no de ahora. Nada funciona como espera el ciudadano comun y corriente que lamentablemente no hace respetar sus derechos fundamentales que esta Constitución lo ampara. 
El Estado tiene una serie de funciones pero no tiene o no hay la capacidad para realizar de manera adecuada esas funciones. Afrontemos esta realidad como es que las funciones y capacidades del Estado no llegan a todo el territorio, por ejemplo, el monopolio de la fuerza no llega a todo el país, la Ley no es igual para todos, a uno le llega a otro no, la seguridad no es igual para todos, en las provincias es diferente el acceso a la seguridad, la provisión de bienes públicos como la salud, la educación no es igual para todas las regiones y provincias. Las vacunas, por ejemplo, los primeros vacunados son de Lima, luego las capitales de la región, pero no se sabe cuándo y cuanto llega a los pueblos alejados. Si nos atrevemos hacer una comparación con otros paises de la región, los bienes públicos llegan por igual a todo su territorio. Eso tiene que ver con la formacion histórica y la visión de lo que es un Estado colectivo. 
El Estado tiene las funciones pero no hay las capacidades para ejecutarlas de manera óptima. El Covid-19, a desnudado estas falencias, desde hace mucho tiempo que se viene arrastrando. Uno de ellos es el sistema de salud, resultó un desastre y con esta pandemia se hizo evidente su real situación. No hay hospitales especializados, no hay camas necesarias, reina la insalubridad y los microorganismos contagiantes están a la orden del dia. Es decir han colapsado. Este sector tan importante para un pais fue dejado a un lado para beneficiar a los privatistas de la salud, cuyas clínicas privadas cobran ingentes sumas de dinero para atender a un paciente por este virus maligno. La educación pública, tambien resulta otro desastre, no sólo en la educación en si misma, sino que también en la educación virrual. Sólo el 30 por ciento de los alumnos tiene acceso a la educación virtual, ¿el resto? No hay Internet, computadoras y laptop. 
La infraestructura del saneamiento de agua y desagüe que no llega a un gran sector de la población, 800 mil en Lima Metropolitana y 7 millones en las regiones del país, según estadisticas del INEI. Se le pide a la población que se lave las manos, varias veces al día y los que no tienen acceso a este servicio esencial ¿cómo lo hacen? La capacidad del Estado, en invertir en cuanto al saneamiento de agua y desagüe ha sido mínima a través del Ministerio de vivienda, con propósito de privatizarlo. Como consecuencia de lo señalado, en las ciudades, hay grandes bolsones de gente que no tienen acceso a una digna atención a la salud, educación, internet por ultimo ni a una refrigeradora y el Estado nos dice no salgas de tu casa " quédate en casa". La gente, sin capacidad de ahorro ni trabajo fijo, obligados por la necesidad, salen de sus casas a buscar ingresos para sustentar a su familia. El 70 por ciento es un trabajador informal en el Perú. Y los martilazos que daba Martin, Martín Vizcarra, era sobre una coladera. ¿Que hacer?
Se solucionan los álgidos problemas estructurales del país manteniendo esta Constitución espuria y cambiando ministros de las diferentes carteras ministeriales, colocando ahora, nuevamente a fujimoristas y apristas, a quienes tanto condenaba don Martin?. Siguen gobernando los mismos criollos de hace 200 años, la oligarquia corrupta con los políticos serviles a la clase dominante, los que saquean nuestro país próspero en recursos naturales y su poblacion muriendo de anemia, tuberculosis y ahora con esta pandemia. Y la gente adormecida de tanta informacion alienante y sin debate ideológico, carece de una capacidad de indignación.
El Pichuychanca.
Lima 20 de julio 2020.




sábado, 18 de julio de 2020

Dia del compositor

Compositores de Chiquian
Hoy es un día muy significativo para todos aquellos que reverenciamos esas composiciones que cantan por la querencia a la añorada tierra que nos cobijó bajo su limpido cielo garzo, entre sus aplacadas y honradas calles, de sus espinosas quebradas, de sus fértiles tierras y de sus cascadas rumoreantes. Esas composiciones con sentido social, a la naturateza, al hombre andino y a ese amor inconfundible, en su más alta expresión de la palabra, por el sexo opuesto.
Un efusivo y fuerte abrazo, por este dia del compositor, a los compositores de la tierra natal, para Amado Balarezo Minaya, Alfonso Aranda Ibarra, Herberto Aldave del Castillo, Pablo Vásquez Veramendi, Genebroso Gamarra y Alejandro Yabar.
El Pichuychanca
Lima 18 de julio 2020.