Zócalo de Chiquián reformado, Unos se preguntan, ¿dónde se
fueron los angelitos? Otros, ¿Que hace nuestro bandolero Luis Pardo en el
centro de la plaza?
Hemos crecido en medio de muchos mitos, leyendas, pero también
hemos
crecido y olvidado de crear conciencia al poblador, al ciudadano
de a pie, sin valores, en lo que respecta a la educación
por la cultura , que sin darnos cuenta,
consciente o inconscientemente, no lo
tomamos muy en serio o miramos a otro lado.
Cada vez que hacemos una observación o una crítica (constructiva,
entiendo de esta manera) lo
hacemos comenzando de la parte intermedia, cuando deberíamos partir desde sus raíz, en
este caso, los verdaderos problemas es
que se carece de una educación eficiente, por lo tanto, nuestra formación como
personas será el resultado de faltar el aprecio al semejante, a nuestro pueblo, a
nuestro medio ambiente.
Por otro lado, Tanto los residentes, como los
visitantes, atreves de sus autoridades,
y con una partida especial, permanentemente deberían mantener el ornato y la
arquitectura de nuestro añorado pueblo.
Particularmente hago llegar mis felicitaciones
al Sr. Alcalde Don Aníbal Bazán Alvarado y a su Plana Administrativa, por
atreverse a remodelar el Zócalo de
Chiquian, y a los pobladores en general,
como los que nos encontramos lejos de ella, tener un poco de paciencia, así
como el novio y la novia una vez casados y disfrutado de su luna de miel, esperan pacientemente nueve meses, para ver el fruto de su amor, de
la misma manera las flores y las rosas, de la Plaza de Chiquian, florecerán a su debido tiempo.
Por último, pedir al
Sr. Alcalde, tomar en cuenta el clamor de los ciudadanos, a través de una
consulta ciudadana, o sin tanta burocracia restablecer, lo más pronto posible,
los angelitos en su lugar de origen.
Después de todo, muy buenos días.
El Pichuychanca.
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