jueves, 10 de junio de 2021

Una gran fraternidad creativa.


Queridos amigos, creo que es imperativo, de mi parte, claro está, con el permiso, la buena disposición, la voluntad y sobre todo el tiempo de ustedes, de permitirme continuar "compartiendo fragmentos de libros adquiridos". Esta vez, del prólogo, leí este pasaje del ilustrativo encuentro de dos personajes, uno, el ingeniero italiano Angélico Omodeo y, el otro, el eminente poeta con agudo talento, de Daguestán, Gamzat Tsadasá. 
Estos dos hombres de gran ingenio y experiencia, de los mismos años... se encontraron...
Omodeo preguntó quien era aquel montañés de noble cabeza. Traducida la pregunta, Gamzat Tsadasá contestó con una sonrisa:
---Dile que soy médico. Dilo asi.
Angélico Omodeo se echo a reir:
¡Ya me imaginaba yo que sería maestro o médico! Y, ¿Con qué cura a la gente, con las yerbas de los prados alpinos?
---No ---contestó Tsadasá ---Yo no curo con hierbas, sino con palabras que son más amargas que las hierbas y las medicinas. Yo les administro a mis paisanos verdades amargas... Yo curo de la ignorancia  y el atraso.
Rindiendo tributo al ingenio del poeta, replicó el italiano:
---Querido amigo, una feliz coincidencia nos ha juntado hoy. También soy médico; un viejo curandero. Y tampoco yo curo con hierbas. Pero yo no trato a las personas. Yo trato a las montañas. Pongo inyecciones de hormigón, amputo riscos, curo las rocas enfermas, quito la rabia a los ríos de la montaña creando presas para el provecho de las montañas y de las personas...
Asi conversaban, como dos poetas que se comprenden a la perfección.
Esta pequeña lectura es sorprendente y hermosa.

Extraido del libro adquirido:
Literatura Soviética. Edicion 1972
El Pichuychanca.



2 comentarios:

  1. LITERATURA DE EDITORIAL PROGRESO DE LA PCUS? ESAS SON DE LAS QUE MEJOR GAURDO Y ME CAMBIARON EL PENSAMIENTO Y LA VIDA.....HERMOSAS....ÉPICAS

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