viernes, 27 de septiembre de 2024

Jamás nunca salió...

 

Jamás nunca salió...


Bien no recuerdo si fue 
en otoño o verano,
en primavera o invierno,
cuando 
en contra de mi voluntad 
fui desterrado
de donde vi la luz 
por vez primera.

Pero por más distante 
que me hallaba
ni por un instante,
la patria chica amada
cual diamante 
en mi mente brillaba,
de gratitud henchido por ella,
jamás nunca salió
ni saldrá por ningún motivo
de este mi ardiente pensamiento
ni de este tambor de mi pecho 
de abundante bondad duradera
por la querencia inolvidable,
la Incontrastable y generosa
villa ciudad de Chiquian.

El Pichuychanca.
Marcará, 14 de enero 2024

Secuencia fotográfica del alba, día 10 de noviembre 2023.






















jueves, 19 de septiembre de 2024

Captando el alma de mi pueblo

Con estas fotografías en blanco y negro trato de trasmitir el sentimiento, la emoción más honda como apasionado al arte de la fotografia.  Traslado mi sentido de ánimo de bondad, pureza, melancolía y tranquilidad al captar el alma de la persona, de la naturaleza, de mi pueblo o del objeto que retrato.

En esta ocasión, les presento imágenes de los paisajes de la querida patria chica, Chiquian.

Espero que sea de su agrado.

El Pichuychanca
Chiquian,19 de setiembre, 2024


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Nevado de Tucu.

La Cordillera de Huayhuash adornando a La Incontrastabe y generosa villa ciudad de Chiquian, 

Tejado ancestral bajo la mirada atenta de la eterna Cordillera de Huayhuash.

Valle de Aynin. 

Hombre camina por la calle acogedora, acompañado del lunar plateado del cielo chiquiano. Chiquian

El despertar del hermoso nevado del Yerupaja.

Tarde serena. Chiquian

Plaza Mayor de Chiquian.

Entre tallos, ramas y hojas de un viejo arbol, me sonrie la luna menguante en el momento que capto sus cuernos. 

Calle Comercio (Chaupi calle, calle central) vigilado por el mitico cerro de Capilla Punta. Chiquian

El Jirishanka, el Yerupaja contemplan la cálida calle y los postreros tejados de Sáenz Peña

Av. Santa Rosa. Nevado de Tucu.

La espléndida Cordillera de Huayhuash. Tejados que se resisten a morir.

Desde el cerro de Torrepata, a la vera del cielo, resulta este hermoso panorama de la patria chica amada, Chiquian. 

Tarde cálida en la Plaza Mayor de Chiquian.
La luna, todavía agasapada detras del nevado del Yerupaja, el segundo nevado más alto del Perú, surgirá toda remolona y alumbrará con su luz plateada las calles de nuestra querencia, Chiquian.

Atardecer sin par en Chiquian.

Calle, puerta y balcón esperando... esperando que lo visiten

La hechicera cascada de Usgor.

Cantan y no cantan las avecillas,  suspiros detenidos, suspiros profundos, en otro momento hay un religioso silencio en apacibles noches de Chiquian. Plaza Mayor

El Jirishanca. 

Alborada. 



sábado, 14 de septiembre de 2024

Roturar la feraz tierra

Mis pasos pausados me llevan como una marioneta por las frias cumbres del hermoso paraje de Huaca Corral, absorto, contemplo todo lo que se halla a mi alrededor. 

Voy, con paciencia y concentrado, por el borde del invalorable canal de Tucu, construido hace mucho tiempo por nuestros laboriosos abuelos, a todo esto, para nunca jamás olvidarlos. 

De este ondulante conducto, todavia abierto, que recorre sin prisa por la falda  de las colinas desiertas y túneles, escucho el apacible murmullo del agua transparente en donde reverbera, en la primera hora del día, la luz amarilla del sol y más allá, el trino sonoro de las avecillas solitarias.

Percibo el soplo cruel del viento seco que hace volar a las hojas marchitadas de plantas pedestres que orillan el angosto y mudo sendero, helado por el otoño.

Cavilando en medio de este alejado, mitico y silente lugar, de interminables lomas, una tras otra, ondeante y de forma parabólica, de inmediato, resucitan en la memoria, de esta ya edad otoñal, los recuerdos de mi cándida y fausta infancia de haber tenido el privilegio de ver a los dignos comuneros, comuneras roturar la feraz  tierra con el proposito de destinarlos, en camaraderia, a la siembra de la floreciente y milenaria semilla de la papa. 

Semanas después, a una cierta distancia de este acogedor paraje, junto a mi madre que también era una corajuda comunera, gozosos, lográbamos ver los lozanos y primeros pimpollos formando una extensa y ondeante alfombra verde sobre los muníficos prados de Huaca Corral. 

Hoy, luego de un prolongado e involuntario destierro por otros lares,  con honda añoranza y pesar, lo noto envejecido, falto de vigor y de hermosura. Además, descubro que se encuentra envuelto por la hierba hollada semejante a un anchuroso manto amarillo, devastado por el curso inexorable del tiempo y abandonado por el desventurado hombre el campo fructifero y reverdecido de ayer.

El Pichuychanca.

Chiquian, abril 2021










El Pichuychanca

Fotos archivo 2018

Chiquian 26 de abril 2021