Finales de abril, llega el fin del tiempo invernal —lluvias intensas de enero, de febrero, de marzo, primeros días de abril— y en las faldas de los cerros, jubiloso sube al cielo la verde yerba silvestre causando una armonía del hombre con la naturaleza. Además, produce una sensación de calma, de serenidad, de paz. Los campos y los jardines, hollados en el otoño pasado, se visten de coloridas flores engalanando al suelo natal y alegrando a las casas solariegas.
Ando debajo del anchuroso espacio que torna a mostrar su intenso color azul, las escasas e inmóviles nubes blancas, sobre mi sien plateada, me alivia con su sombra, generosa y ancha, de los punzantes rayos amarillos del sol, que resplandece en el cenit.
El pichuychanca.
Chiquian 30 de marzo 2022
Aquí las siguientes fotos.
Paseo bajo del intenso calor del sol |
El Jirishanca, entre los verdes eucaliptos |
Sombra y verdor y cerro |
El verde valle de Aynin, entre las sombras y bajo las nubes blancas |
Lámparas y lamparillas adornando esta casa.. Muchos recuerdos de estos objetos que nos alumbraban en nuestros estudios nocturnos, en los apagones... |
Contacto con la tierra, el cemento es una forma de tierra, sin preocupación, llenos de vida. ¿A que juegan? Diversión de niños cándidos |
El Pichuychanca
Chiquian, 30 de abril 2022
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