Panoramas de mi pueblo V

Empieza a rayar el alba. Alegres y luminosos diamamtes, que adornaron el cielo durante la negra noche, paso a paso, se  extinguen. 

El cruel viento, silba, y acaricia mi rostro cetrino. 

Los gallos cantan aflautadamente a todo pulmón con un prolongado quiquiriquí. Entonces, marcho por el camino mortalmente silencioso mientras el pueblo cansado duerme y sueña profundamente. 

Cuando despierten, yo, estaré de regreso con estas lindas tomas de la fascinante aurora que aparece como un milagro en el confín en mi patria chica amada, chiquian.

Chiquian julio 2017

El Pichuychanca

Aquí algunas fotos

El Pichuychanca.

Panoramas de mi pueblo IV

Chiquian, contemplando sus entornos.

 

Es oportunidad de enaltecer estos antiguos y mágicos espacios que nos a concedido la Madre-Naturaleza. 

De respirar el aire inmaculado que besa, con afecto, mi rostro atezado.

De apreciar sus entornos, oyendo el cándido trino coral de los alegres pájaros, y vislumbrar como a la salida del sol se  ven cara a cara el señorial nevado del Yerupaja con el esmaltado cerro de Huancar,  Tucu, albo y solitario, con el sereno altozano de Capilla Punta que atesora vestigios arqueológicos. 

En medio de nevados y cerros estáticos, como si se estuvieran descubriendo, uno frente al otro,, duerme el maravilloso valle de Aynin, cuyo rugiente río corre por sus serpenteadas olillas, sin saber que su violenta agua ha de morir en el mar. 

Chiquian julio 2017

El pichuychanca

Aquí algunas fotos.