sábado, 11 de marzo de 2023

Raquia: Sequia Pitsé

 


Raquia: Sequia Pitsé
(Limpia acequia)

todo acto o voz genial viene del pueblo y va hacia él, de frente o trasmitiendo por incesantes briznas, por el humo rosado de amargas contraseñas sin fortuna” (Cesar Vallejo) 

En pleno siglo XXI, el arte, las practicas ancestrales como las danzas, la gastronomía y las costumbres de los pueblos originarios del Perú, resiste de modo épico y sigue vigente ante el intento adrede de vaciar por completo nuestro pasado histórico, nuestra memoria, nuestra identidad de parte de los predominantes medios de comunicación y de una estructura curricular de la educación que nos ha escamoteado de algunos cursos de pensamiento crítico por una cultura y una educación alienante, unipolar y anticientífica.

En ese sentido, a partir del 3 al 6 de febrero de cada año, las autoridades y —sin excepción—  toda la comunidad civil del pueblo de Raquia; del distrito de Antonio Raimondi, provincia de Bolognesi, departamento de Ancash, participan y celebran de manera formal, fiel y con entusiasmo de la fiesta principal denominado Sequia Pitsé, Limpia Acequia. Costumbre ancestral que se viene preservando de hace mucho tiempo. Esta actividad es una faena de índole ritual y festivo, cuya finalidad es de reparar, limpiar los canales, los ramales de regadío para que el agua circule sin contratiempos hasta el postrero terreno sembrado de diversas frutas, y de todo tipo de legumbres y cereales.

Un día antes de la fiesta de la Limpia de acequias, el 2 de febrero, se alistan los panes. Las encomiables mujeres preparan el amasijo de puro maíz y una vez que está  listo, de manera hábil, lo moldean de variadas formas de acuerdo a la flora y fauna de la zona como flores, felinos, palomas, llamas, roscas y muñecas, por otro lado, los varones  —esposos, hijos nietos— se encargan de prender y calentar el tradicional y rustico horno hecho de barro. Estos hornos, si no hay en todas los hay en la mayoría de las casas. La elaboración del pan es una labor mancomunada en cada familia del pueblo de Raquia. 

El primer día de esta festividad empieza 2, 3 horas antes de que se asome el primer atisbo de la luz dorada del sol, donde se manifiestan 3 etapas o costumbres muy arraigadas del pueblo: el muchemuche, la multa y la ofrenda.  

1-. El muchemuche, es un protocolo de carácter religioso que empieza en la madrugada y está a cargo de una o un distinguido catequista del distrito. La procesión de la cruz de plata con el Cristo crucificado se realiza por todo el perímetro de la plaza del antiguo pueblo de Raquia en donde el piso se encuentra adornado con ramas de aliso. La peregrinación es acompañado por todas las autoridades de las distintas Instituciones llevando el respectivo cirio, y de manera simultánea, los lamperos y macheteros entonan salmos y plegarias en quechua y en castellano. 

Concluida la procesión las puertas de la iglesia se cierran por completo y el catequista implora para que la faena de la Limpia de acequia se ejecute sin obstáculo alguno. En esta parte de la ceremonia se entona el muchemuche, un cantico ancestral dedicado a la Virgen de Belén, la santa patrona del pueblo. En estos cantos la virgen es alabada como la estrella del agua y la Santa Madre de la tierra.* 

2.- La multa, es un juego llamativo, sobre todo para los que asisten por primera vez a esta festividad. Al son de alegres tonadas del pincullo y del cajón, así lo llaman a la tinya en Raquia, las autoridades arrestan o detienen a las personas y lo llevan a la ¡cárcel! por no haber asistido o haber llegado tarde al muchemuche. La condición para liberarlos, los familiares de los prisioneros pagan la multa en botellas de pullucsha, licor, según la jerarquía y el nivel económico de los detenidos. * Su liberación es todo un acontecimiento, un festejo. 

Los miembros de la Casa de la Cultura de la Provincia de Chiquian asistimos por primera vez a esta festividad por invitación de la escritora y presidenta de la Asociación de Escritores y Poetas de Ancash, Maria del Pilar Cárdenas Márquez. Al llegar a la Plaza del antiguo pueblo de Raquia, de inmediato, las autoridades nos detuvieron y nos condujeron directo a la ¡cárcel! por haber llegado relativamente tarde al muchemuche, la señora Betty, pagó la multa para nuestra libertad.

A propósito de la cárcel he oído esta breve leyenda: 

Cuando los lugareños de Raquia se dirigían a los campos a fin de roturar la feraz tierra, en el momento de abordar la periferia del pueblo de pronto vieron a un hombre blanco de enmarañada barba contemplado, ensimismado, una flor jamás visto por él. Los sorprendidos y aturdidos aldeanos asumiendo que era un brujo o en todo caso un vagabundo, sin mediar palabras, lo apresó y se lo llevaron a la cárcel. 

El rumor del encarcelamiento del extraño corrió, de casa en casa, como un reguero de pólvora llegando al oído de los hacendados quienes se acercaron al presidio para averiguar de quien se trataba realmente. Al estar enfrente del hombre barbudo los hacendados,  anonadados, lo reconocieron al instante. Entonces, tuvieron que  explicar a los labriegos que no se trataba de ningún brujo ni mucho menos de un vagabundo sino por el contrario era un hombre estudioso y  amante de la naturaleza. El reo se llamaba Antonio Raimondi. Desde entonces, en su honor, el distrito lleva su nombre   
         
3.- La ofrenda. Luego de haber participado en el muchemuche y el juego de la multa, las autoridades, los miembros de la comunidad campesina y la población en general se dirigen a sus respectivos domicilios para desayunar y sin demora retornarán a la plaza. 

Esta vez, se presentan los lamperos, los macheteros y el jipachador que distribuirá la pullacsha a los últimos nombrados. Junto a las autoridades, la población y los invitados, y acompañado de los músicos marchan rumbo a la toma principal donde se realizará la ofrenda. Para llegar al mencionado lugar se va por un camino cuesta arriba que se encuentra aproximadamente a 3 Km del pueblo.

Antes de dar inicio a la faena de la Limpia de acequias un comunero experto dirige el protocolo ofreciendo la coca y la chicha como gratitud a la Pacha mama y a la Yacu mama, a la vez que se invoca tanto a los apus como a los santos patrones Santo Ángel y a la Virgen Maria de Belén para que protejan la faena, provean de abundancia y fertilidad a los terrenos agrícolas, y no falte agua para lograr una buena cosecha. Cumplida la ofrenda, los comuneros beben pullacsha y comparten hojas de coca y cal para el chacchado que les proveerá de la energía suficiente durante la faena.* El sincretismo religioso es notorio en esta festividad.

El inicio de la limpia de acequia lo realiza el machetero, va adelante cortando los verdes arbustos que habían crecido al borde del canal. Un comunero, designado como topero, distribuye en orden a decenas de faeneros  los tramos que le toca limpiar. Al son del pincullu y el cajón, la faena de la limpia de acequias se transforma en una festividad. En el ínterin de esta jornada, el jipachador ofrece la pullacsha al lampero que hace un excelente trabajo tras el visto bueno de un inspector.

A partir del mediodía, en el borde de la plaza del antiguo pueblo de Raquia se prepara el banquete popular denominados como mesa mayor  y mesa menor. La primera mesa está destinada para el Alcalde, al presidente de la Comunidad y algunos invitados especiales. La segunda mesa es reservada para el Comité de Regantes, El juez de Paz y a los músicos. *   
   
Al término de la jubilosa jornada de la limpia de acequias, las autoridades, los pobladores, los invitados y los lamperos, shinka, shinka,** causando repiqueteos con sus lampas, bailan por la calle inclinada, al son del pincullo, del cajón y de una sonora banda llegando triunfalmente a la plaza en donde continúan bailando por todo el perímetro por más de dos vueltas.

Ha llegado el momento del almuerzo, las autoridades y sus invitados se dirigen a las mesas que le han sido asignadas. Los lamperos, protagonistas de esta fiesta, se acomodan junto a sus mujeres, que los esperan vestidas con sus trajes tradicionales, y con potajes colocados sobre manteles especialmente bordados para la ocasión. En el banquete popular las familias presentan sus mejores potajes, en sabor y abundancia como una forma de agradecimiento por la producción de la madre tierra. Entre los más característicos están el jaca picante o picante de cuy, el wallpa caldo o caldo de gallina, el jaca de conejo, diversos tipos de asados y acompañamientos como huevos y queso frito, cancha, tamales y los diferentes panes de maíz. Antes del almuerzo, el Juez de Paz bendice los alimentos y el alcalde agradece a los participantes de esta tradición, invitándoles a participar en las faenas de los siguientes días.*

Luego de disfrutar del suculento banquete, viene el momento del juego denominado presunaqui. Grupos de mujeres y varones se animan a arrestar a personas del sexo opuesto, suscitando forcejeos e intentos de fuga festejados con el grito de ¡A la cárcel! Al mismo tiempo, puede observarse una gran concentración de varones y mujeres de todas las edades en los alrededores de la plaza del pueblo antiguo de Raquia, quienes bailan y juegan al Ilushinaqui, el que consiste en pintarse la cara los unos a los otros con talco.

En conclusión, la festividad de la Limpia de acequias, “Sequia Pitsé” que se lleva a cabo en el pueblo de Raquia, es un ritual pre hispánico que sigue vigente hasta el día de hoy. Gracias a las autoridades, a la Comunidad campesina y a la población en general, por preservar esta tradición que nos enseña la importancia de  reparar, preparar cada año los canales de riego para una buena producción agrícola.

El Pichuychanca
Raquia, 3 de febrero 2023
 
(*) Diario oficial el Peruano. Declaran Patrimonio Cultura de la Nación a la fiesta a la Limpia de  acequias “Sequia Pitsé”  Resolución Viceministerial N° 236-2017-VMPCIC-.MC. Lima 22 de diciembre 2017)
(**) shinka, palabra quechua que en castellano significa chispo, algo bebido.            


A la cárcel

En espera de la libertad



Músicos

Con el paisano Aguirre. Radica en Raquia. Reencuentro inolinolvidable.


Plaza del pueblo antiguo de Raquia


Esperando detener al que llego tarde al muchemuche.

Flores en Raquia





Rumbo a la toma principal para asistir a la ofrenda.






Ceremonia para la ofrenda




La escritora María del Pilar Cárdenas Márquez


Lampero

Se inicia la limpia acequia


Machetero












En espera a los faeneros


La cárcel, ubicado frente a la Iglesia.








Entrando a la plaza luego de la faena de la Limpia de acequias




Niña, traje típico



Lamperos bailando




Alistando el banquete popular.



El impecable mantel bordado y los potajes de Raquia





















De nuevo se lleva a cabo las detenciones y a la cárcel


Raquia, Sequia Pitsé, 3 de febrero 2023

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